Es un Milagro que esta yegua haya sobrevivido.
Como nos ocurrió con sus compañeras (Biznaga, Dama de Noche o Violeta), tuvimos que dedicarle mucho tiempo, esfuerzo, dinero y cariño para que se recuperara y recobrara cierta estabilidad y confianza en el ser humano
Para ello, la cuidamos durante su embarazo (al cabo de unos días en el Refugio tuvo a su niña, Sherezade), le dimos vitaminas, el mejor pienso (gracias a Altube que se volcaron con ella, como siempre lo hacen con los más necesitados), pero ha pasado el tiempo y aún le cuesta confiar en el ser humano.
Ojalá, algún día, llegue un padrino que realmente quiera comprometerse con ella, tanto si viene a darle mimos en el albergue, como si se preocupa por su bienestar desde kilómetros de distancia.