Todo un “caballero”, educado, guapo y… ¡con cara de actor de cine!
Es perfecto para cuidar, mimar y, sobre todo, jugar.
Le han hecho mucho daño, pero no estamos dispuestos a que eso vuelva a ocurrir.
En el pasado, cuando aún cedíamos los caballos en adopción confiamos en una “maravillosa” familia: la señora quería enseñar a sus hijos el “valor de la responsabilidad”. Pasaron unos años en los que recibimos fotografías de cómo le cepillaban, le hacían trenzas… Pero el tiempo pasó y los niños se hicieron mayores.
Entonces, recibimos la tan temida llamada: nos devolvían a nuestro pequeño Filou.
No pedimos explicaciones. Lo que hemos aprendido en Todos los Caballos del Mundo es que cuando un humano quiere deshacerse de un animal, lo mejor es recogerlo lo antes posible…
Por eso, desde estas líneas, pedimos a quien esté pensando en adoptar un animal que sea responsable y acepte el compromiso de cuidarlo y quererlo de por vida. Hay gente de “buen corazón” que limpia sus conciencias entregando al animal a un familiar, a un refugio, etc., y no se paran a pensar qué sentirían ellos si fueran abandonados por su familia.
Por favor, Filou necesita padrinos, nuevos amigos, y te proponemos un reto…
¿Serías capaz de devolverle la Luz a esos pequeños pero infinitos ojos azules?