Sahrah fue fruto de un embarazo “no deseado”. Su madre la rechazó e incluso intentó matarla nada más nacer. La excepción a la regla (casi todas las yeguas con potros que hemos conocido han sido grandes madres). Así que, una vez más, la presidenta de esta Asociación se convirtió en madre adoptiva.
A lo largo de los últimos años (y hasta 2018 cuando decidimos no entregar nunca más a ninguno de nuestros animales en adopción) buscamos incansablemente una persona que quisiera cuidarla, pero, al ser pequeñita, y muy seria, nunca nadie se fijó en ella.
Sin embargo, eso en el Refugio de Todos los Caballos del Mundo no es un problema, porque nosotros, su Familia, siempre la vimos perfecta, tal y como era.
Nos despedimos de ella en 2022, tras una sucesión de hechos que la hicieron enfermar de una forma extraña.
Murió como vivió de forma sabia y serena. Rodeada de sus seres queridos: Concordia, Rondalla, Virginia, Luciano y José. Y con ayuda de nuestra amiga y veterinaria Aída, que lloró su pérdida junto a nosotros.
Pequeña, te guardamos chuches y zanahorias para cuando nos reencontremos y tus enseñanzas no pasarán desapercibidas para mi hermana y para mí. Y como dice un amigo en la distancia “ahora toca homenajearlas en vida”.
Gracias Sahrah por EXISTIR por siempre en nuestros corazones.