Es la mejor amiga de Dulce y siempre va un pasito por delante de ella para defenderla.
Si alguien se acerca con comida, es Linda la que “da la cara”. Se ha convertido en su hermana, en su protectora. Es bonito ver las relaciones de amor, hermandad y amistad que se crean entre los caballos.
Esos seres a los que aún muchos llaman “bestias”, pese al Tratado de Lisboa de 13 de diciembre de 2007 donde ya se les reconoce como seres “sintientes” o con capacidad de sentir, conclusión a la que cualquiera con un animal y algo de sensibilidad llegará por sí mismo.
En la finca donde se encontraban Linda y Dulce había todo tipo de animales, incluso una tigresa, encerrada en una jaula minúscula. Juntaron animales herbívoros con depredadores, el peor de todos, posiblemente, el humano.
Ayúdanos a corregir esta injusticia. Apadrina a Linda.