Es la compañera inseparable de su amiga Gaia.
Tiene muchísimo cariño para todos y es la cosita más dulce que puedas imaginar.
Estuvo muy enferma y durante unas semanas temimos por su vida.
Hay que recordar que rescatamos a su madre, Violeta, estando ya embarazada y, aun así, se le marcaban los huesos.
Durante el embarazo, Violeta le transmitió unos parásitos muy resistentes que casi le cuestan la vida a la pequeña Kathy, pero ya está totalmente recuperada.
Es una yegua tranquila y pacífica, que nos alegra el espíritu cada día.