Caballos en fosas sépticas, siendo arrastrados por la corriente de un río, galopando por la carretera; gatos atropellados, que nadie quiere adoptar por sus graves enfermedades; cocodrilos metidos en espacios ridículos a la espera de algún comprador; leones “rescatados” de circos y “reubicados” en furgonetas… Nos hemos encontrado de todo. Ésta es una de las herencias del ser humano, las atrocidades que cometemos con el prójimo.
Nuestras acciones tienen como objetivo cambiar un poco dicha herencia.
Recuerda: puedes apadrinar un caballo o dos o los que quieras, ya que apadrinar consiste sólo en ayudar con la cantidad que tú elijas. Y si también quieres apadrinar a uno de estos grupos, nos permitirás ayudar a muchos más animales que, normalmente, se encuentran gravemente desprotegidos.